Enseña le a enseñar

Una de las mejores maneras para que un niño aprenda de responsabilidad es al momento de recibir su primera mascota. Desde ese momentos nosotros entregamos a quien se convertiría en su mejor amigo; uno con el que compartirá la siguiente parte de su vida, un ser que traerá alegría en los momentos en que la familia más lo necesita, una vida llena de pelos que lo único que sabe es dar amor.



Pero tener un doggie en casa con niños pequeños nos lleva a tener en consideración factores necesarios para controlar y tener en cuenta. Los niños maduran a distintas velocidades y edades, como adulto te puedes hacer una idea de cuando el niño está preparado para asumir ciertas responsabilidades y deberes para cuidar a su peludo amigo. Según Kay Cox, psicóloga animal y maestra, es extremadamente importante enseñar y educar tanto al niño como al perro sobre cómo deben interactuar el uno con el otro.

Bebés

Un bebé recién nacido no puede cuidar de un perro, pero debemos trabajar para hacer que la llegada del bebé en casa sea lo más normal posible y hacer sentir al perro como parte de este importante cambio. El perro no se debe sentir relegado por la nueva situación. Kay Cox sugiere estos pasos:

• Antes de que llegue el bebé a casa, empieza a dedicar tiempo exclusivo a hacer cosas relacionadas con el bebé. Tiene que empezar a entender que hay momento en los que no podrás estar pendiente del perro.

• Cuando el bebé llegue haz que se conozcan con cuidado. Sin celos. Un perro celoso o muy excitado puede ser hostil. Por eso es muy importante mantener la calma y estar atento a cualquier reacción del can.

• Cuando el perro reaccione positivamente dedícale un buen número de elogios. Se lo merece! :)

• No dejes de prestar atención a tu perro. Al final él es también tu ‘hijo peludo’ y necesita tu atención.

• Cuando vengan visitas a casa a ver el bebé, Cox recomienda darle premios y hacerle sentir parte de la situación. Que no se vea desplazado en ningún momento.

Hasta los tres años

Los niños pequeños ya empiezan a caminar sin que nos demos cuenta y se desenvuelven por sí solos. Controlar sus movimientos y velar para que éstos sean siempre cuidadosos y respetuosos hacia el perro. El niño siempre debe respetar al can y es nuestra responsabilidad velar y trabajar para ello.

Por otro lado, el doggie deberá acostumbrarse a que toquen sus juguetes y los cuencos de comida y agua. También tiene que entender la diferencia entre juego y ataque, muchos canes al ser todavía jóvenes no saben como controlar su fuerza y pueden llegar a moder

Nunca dejes sólo a un niño con un animal, ni mientras te vas de habitación. Nunca. Por muy dócil y bueno que sea el perro.

De tres a seis años

El niño puede empezar a participar en ciertas tareas de cuidado del perro como ayudar a ponerle comida, agua, cepillar al perro como un juego. Siempre bajo supervisión. Si empezamos a hacerle partícipe de las tareas necesarias fomentaremos en el niño el valor de la responsabilidad desde edades muy tempranas. 

 
A los seis años los niños ya deberían participar activamente en el mantenimiento de la mascota. Ponerle de comer y beber, limpiar sus recipientes cuando sea necesario, etc.

Al final nos daremos cuenta del buen trabajo que hemos realizado al criar tanto a un perro como un humano, es darnos cuenta de que ambos niños tienen en su mente muchas cosas que no entienden y allí es cuando nosotros debemos tomar cartas en el asunto y ayudar los a tener una vida en familia.

Vía MundoAnimalia